Una de las mayores preocupaciones que actualmente enfrentan los colegios y universidades respecto del bullying tiene relación con el uso de internet y redes sociales por parte de los estudiantes. Desde los clásicos “memes” que se comparten por WhatsApp, hasta las cuentas de confesiones anónimas que se masifican a través de Facebook e Instagram, son algunas de las plataformas que utilizan los alumnos y donde se manifiesta el cyberbullying o acoso virtual.
Es por eso que cada vez más establecimientos han aplicado mecanismos para enfrentar el tema, ya sea suscribiendo acuerdos para el correcto uso de redes sociales junto a apoderados y estudiantes, o reforzando sus protocolos antibullying.
“Cada día adquieren más fuerza los protocolos del cyberbullying en los colegios, y al ser un tema muy complejo de controlar requiere de muchas especificaciones sobre cómo manejarlo”, explicó José Valdivieso, presidente nacional de la Confederación de Asociaciones de la Educación Particular Subvencionada (Conapas).
Respecto de las páginas que crean alumnos en Facebook o grupos de WhatsApp, Valdivieso explicó que “es algo a lo que siempre se está atento. Especialmente en las áreas informáticas de cada colegio, se revisan estas páginas donde puede ocurrir cyberbullying”.
El debate ha tomado fuerza tras conocerse el caso de Katherine Winter, la joven de 16 años que fue encontrada sin vida en una cafetería de Providencia hace un par de semanas. El sábado pasado los padres de la joven señalaron mediante un comunicado que la menor habría sido víctima de bullying por parte de sus pares. Según el parte policial, el acoso habría ocurrido a través de un grupo cerrado de Facebook.
Desde el Colegio Nido de Águilas, al que asistía la joven, explicaron que constantemente se trabaja en la prevención del cyberbullying “a través de acuerdos de uso responsable de la tecnología, los que son suscritos por los alumnos y los apoderados, así como charlas entre alumnos y apoderados respecto de este tema”.
Sin embargo, aseguraron que el tema “es un problema que escapa al control del colegio, porque ocurre en el cyberespacio, donde es difícil que los colegios tengan acceso”.
En esa misma línea, Hernán Herrera, presidente de la agrupación de Colegios Particulares de Chile (Conacep), explicó que “son las familias las que tienen que ayudar en esto, nosotros apuntamos a que puedan ejercer una suerte de supervigilancia respecto de dónde navegan y qué tipo de instrumentos utilizan sus hijos”.
Loreto Jara, profesora de historia e investigadora de Política Educativa de Educación 2020, aseguró que el problema “debería abordarse de forma conjunta. Hay una responsabilidad por parte de la familia de orientar a sus hijos sobre el uso de redes sociales, pero también en las escuelas, para generar conversaciones que fomenten el respeto, la tolerancia y la valoración de la diversidad”.
Fuente: La Tercera