¿Es malo cortarse las venas? la pregunta que alarmó a la mamá de Lucía, la menor que fue marginada por sus compañeros por varios años

Tras las paredes de los centros educativos públicos y privados muchos estudiantes viven en forma silenciosa ataques de parte de sus compañeros, un fenómeno que según explicaron conocedores del ámbito educativo tiende a agudizarse cada vez más con el uso de la tecnología.

Este año no pintó mejor, al menos eso ha sido real para Lucía, nombre que por motivos de privacidad daremos a una infante que durante tres años ha sufrido marginación debido a la intervención de uno de sus compañeros.

“Es un tema al que hay que ponerle mucho cuidado y demanda atención estructural del Ministerio de Educación. Hay que formar a los docentes, advertirlos para que estén atentos a esto”

Óscar Picardo Joao, Especialista / investigador educativo

La madre, quien tomó valor de exponer el caso con el objetivo de que otros padres de familia estén pendientes para prevenir, expresó que el acoso hacia su hija comenzó en primer grado por el tema de los lápices, pero en la medida que avanzó de grados fue escalando al punto que al final ella solo ha podido interactuar con otro niño de su salón que está en igual situación.

“Dice mi hija que el niño les dice a los otros compañeritos que ella es rara, que el que se junte con mi hija se va a hacer raro. Entonces como los niños ahorita están pequeños no se le acercan, la han aislado”, citó en su momento. Aseguró que en varias ocasiones tanto la niña como ella expusieron la situación ante las autoridades del colegio, pero Lucía terminó tildada de “quejista”.

Javier Hernández Amaya, presidente de la Asociación de Colegios Privados de El Salvador (Acpes), afirmó que en 2019 esa gremial recibió diez denuncias de acoso escolar en centros privados, de las cuales siete fueron resueltas con más agilidad y tres, por su complejidad, aún están bajo seguimiento.

“Los tres casos más complicados (sobre los) que le hablo son uno de colegio católico y dos de colegios laicos”, explicó.

El lunes anterior la ministra de Educación, Carla Hananía de Varela, dijo a los medios de comunicación que entre agosto y diciembre 2019 la cartera que preside recibió 90 denuncias y que la mayoría eran relacionadas con acoso escolar.

Sin embargo, hasta el cierre de este artículo se desconocía la cifra exacta de denuncias relativas al acoso, debido a que la cartera de Estado no concedió oportunamente una entrevista solicitada semanas atrás exclusivamente para hablar de este fenómeno, así como detalles sobre las acciones integrales que realizan para prevenirlo.

Según datos extraídos del Observatorio del Mined, un documento que la institución ha levantado en los últimos años con datos del censo escolar anual, para 2018 se registraron 5,604 casos de agresiones entre estudiantes: las que más predominaron fueron las de tipo psicológico con 941 casos, las físicas con 563 y la matonería con 418.

Una situación al límite

Al inicio de este año Lucía tuvo que ser llevada a consulta con un profesional. Su madre se puso en alerta cuando en medio de una conversación entre madre e hija esta preguntó si era malo cortarse; también porque se descubrió indicios de que intentó hacer búsquedas en Internet relacionadas con suicidio, eso, según argumenta, ocurrió durante los breves momentos que le daban acceso a celulares.

“Con las pruebas que le hizo el psiquiatra determinó que ya tenía alto riesgo de suicidio, porque le apareció depresión grave”, señaló.

La mamá de Lucía señaló que esta no había mostrado cambios notables de carácter, se mostraba contenta y su rendimiento solo había bajado poco en Matemática. No obstante, un par de ocasiones dibujó rostros de niños con lágrimas.

Si bien la gente le cuestiona el porqué no cambió a la niña de centro educativo este año, ella explicó que no lo hizo porque las autoridades del colegio le dijeron que iban a intervenir, que cambiarla a otra institución no resolvía nada y que lo que tenían que hacer en casa era ayudarle a mejorar su autoestima, aspecto al que como explica pusieron atención.

Sin embargo, las cosas no mejoraron y según comentó, solo fue a raíz de que pidió asistencia al Ministerio de Educación, mediante contacto con la línea del Programa Salve, que el colegio ha tomado algunas medidas que le fueron indicadas.

Tras los cambios que la institución ha realizado la niña aceptó volver a clases pero la madre manifestó que se siente inquieta, sobre todo por el hecho de que en un momento de turbación ella no leyó y firmó ante el centro escolar un documento en el que hace constar que no les había informado del acoso, algo sobre lo que ella afirmó tener otras pruebas.

La afligida madre detalló que el caso también está en manos del Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia (Conna).

En septiembre de 2017 el pleno legislativo autorizó reformar la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (Lepina) para prohibir el acoso en el ámbito escolar del sector público y privado, no solo a nivel psicológico, verbal, físico, sino también cibernético.

Violencia en las redes

El doctor Óscar Picardo Joao, especialista educativo y director del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), afirmó que dentro de sus líneas de investigación han conocido diversos casos de acoso escolar, pero también insiste en que hoy en día ha tomado mucho auge el que los niños y jóvenes ejercen en las redes sociales.

“Ahora, por ejemplo los niños, sobre todo los adolescentes están interactuando mucho con la red Tic Toc, en donde se suben vídeos, retos, challenges, y en eso hay mucha presión de grupo. Hay instigadores, hay víctimas. Son retos que muchos de ellos, por no decir la mayoría, tienen que ver con altos riesgos en la salud física de los niños”, aseveró el también investigador.

“Los esfuerzos que se hacen (ante este problema del acoso escolar) no son suficientes. Todavía falta mucho por hacer para que este fenómeno se erradique en casa y los centros escolares”

Javier Hernández Amaya, Presidente asociación de colegios

Picardo Joao subrayó que esta dinámica en Internet se está generalizando mucho, debido a que muchos niños buscan protagonismo, reconocimiento social; y además tiende a marcarse en aquellos que tienes más acceso a esta herramienta y a conectividad ilimitada.

Sobre el perfil de quienes caen en el circulo del acoso, el pedagogo subrayó que no solo están los que buscan destacar, ser reconocidos, sino también los introvertidos, o los que tienen problemas de identidad, que por diversas razones no le encuentran sentido a la vida. En este último caso suelen ser consumidores de contenidos artísticos de corte depresivo.

“Es un tema (al) que hay que ponerle mucho cuidado y que demanda una atención estructural del Ministerio de Educación, en donde hay que formar a los docentes, hay que advertirlos para que ellos estén atentos de estos casos (de ciber acoso) y puedan de manera preventiva intervenir y hablar sobre estos problemas que se dan”, citó.

El especialista dijo que si bien no hay que satanizar la tecnología, los padres deben estar muy vigilantes sobre el uso de los teléfonos celulares y las tabletas, auditar los sitios y contenidos que los hijos consumen, evitar que se encierren en sus cuartos con esos dispositivos, incluyendo las computadoras portátiles.

De acuerdo con lo que expuso, el acoso a través de las redes está arrancando desde tercer grado y se agudiza en tercer ciclo, etapas entre la preadolescencia y la adolescencia; y se da tanto en niñas como en varones, aunque es más frecuente entre estos últimos.

Tal como explicó Picardo Joao ante esta problemática los colegios deben tener normas de convivencia con principios firmes, adaptadas a la nueva sociología y a la nueva dinámica de la sociedad en red y el Internet, que involucren mucho a la familia y a la comunidad.

Javier Hernández, el presidente de la Acpes, expresó que la gremial en aras de contribuir a reducir esta problemática ha visto a bien elaborar, con apoyo de un equipo multidisciplinario, un protocolo denominado Normas de Convivencia (NorCon), mismo que da a los miembros de las comunidades educativas privadas las líneas de cómo tienen que actuar para prevenir estos casos.

Hernández Amaya detalló que en el primer semestre de este año tienen previsto lanzar la segunda versión de este protocolo, pero ya con miras que no solo llegue a los 555 colegios miembros sino a todos los que estén interesados.

Entre otras cosas el NorCon plantea que semanalmente los centros educativos tienen que hacer una reflexión sobre las buenas prácticas de convivencia, y también orienta qué acciones debe tomar inicialmente el maestro si se llega a dar un caso, dependiendo del tipo de violencia que se presente.

El dirigente de la Acpes coincidió con Picardo Joao en el sentido de que los padres deben estar atentos, mantener una comunicación efectiva con sus hijos, pues eso le permitirá darse cuenta primero si el niño o adolescente enfrenta una situación irregular en el colegio.

Fuente: El salvador.com

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