Grooming: el enemigo silencioso que navega por las redes y quiebra la infancia y la adolescencia

El grooming es un delito que consiste en el acoso sexual y virtual a niños y adolescentes por parte de un adulto. Es la definición enciclopédica de una práctica mucho más aberrante que nos debe tener a los adultos con los ojos bien abiertos. “Un chico que con un celular en la mano cierra la puerta de su habitación está ingresando en un boliche”. Una definición de las tantas que el titular de Grooming Argentina Hernán Navarro le dio a Red43 en una entrevista exclusiva. Es una obligación no perder de vista estas prácticas que representan muchas veces la invisibilidad del quiebre de la infancia o la adolescencia. Hay definiciones claras y que no se conocen respecto a los que hacen del grooming su manera de delinquir. Un pedófilo no es un enfermo pero paradójicamente no puede sanar. Si puede sanar el sobreviviente. La pandemia fue clave: este delito creció casi un 200 por ciento. En promedio, un niño tiene un celular a los 9 años y a veces no cuenta lo que le están haciendo por miedo a que se lo saquen. Estas y otras derivaciones de un delito que va en aumento y que es difícil de erradicar, lo detalló con claridad Navarro en una charla imperdible con Red 43

-Tienen las herramientas legales actualizadas para luchar contra el grooming?

-La respuesta es no. Hay una visión sesgada, una mirada inocua de Internet, de su concepto. Por eso lo que no hace el estado lo hace la sociedad civil. En este caso Grooming Argentina nace allá por el 2014 advirtiendo una vacancia en materia de políticas públicas, de abordaje en este sentido y levantamos la bandera de esta lucha. Esto nos convierte en la primera organización global en luchar contra este delito. Y consideramos que como sucede en la mayoría de los países de vanguardia y progresistas son las organizaciones de la sociedad civil las que deben incidir en las políticas públicas del estado cuando estas organizaciones se especializan en temas puntuales. Por lo cual estamos instando a los estados a promover políticas públicas. De hecho en la provincia de Chubut dimos puntapié a la primera campaña en la provincia junto a los tres poderes del estado, algo inédito hasta ahora en Chubut.

-Ustedes también luchan con otras cuestiones en este tema: el avance tecnológico, la invisibilidad del que hace grooming.

-Efectivamente. El que practica la pedofilia se mantiene en el anonimato con la seguridad y la falsa sensación de seguridad que le brinda al autor del delito Internet. Encontró en la tecnología un vehículo de contacto, de proximidad. Un delincuente sexual que se encuentra en Paris podría estar acosando sexualmente a un adolescente de Rawson. Es un delito donde desaparecen las fronteras. Y hay una transnacionalidad de las redes criminales organizadas. Por supuesto que quienes lo hacen tienen mucha habilidad, destreza y conocimiento. Algo de lo que carece en este punto un padre, una madre, un docente. Se aprovechan de esa situación. Fijense que estamos hablando del año 2023 de grooming cuando internet llegó a la Argentina en el año 2000. Asi que tal vez después de 23 años la sociedad está tomando real dimensión a lo que nos estamos enfrentando.

-Por otra parte y aunque sea obvio decirlo, este es un delito que no necesita del contacto físico.

-Totalmente. Por eso hablamos de la nueva modalidad del abuso sexual sin contacto físico. Esta es la definición que Grooming Argentina tiene de este delito.  Es decir, un niño o un adolescente puede ser abusado sexualmente sin ningún tipo de contacto físico. Cambia el paradigma de la espera del abuso sexual. Hay una nueva modalidad que desde el lado de la víctima es similar al abuso sexual físico. Por eso también es importante que este mensaje le llegue al operador judicial. Que pueda comprender que una persona puede abusar de un menor sin siquiera tener contacto con él. Alli está el gran cambio.

-¿Dónde realmente nace el Grooming? ¿En la casa, en el descuido?

-Desde el punto de vista de la no protección sí. Pero también tiene un correlato en la escuela. En la falta de políticas públicas en la falta de educación digital. Yo tuve el año pasado tal vez el honor más grande de mi vida profesional de representar a la Argentina en la Cumbre de las Américas en Los Ángeles. Fue el nacimiento de la cumbre. Y quedamos con la Argentina seleccionados en un proyecto con más de 180 presentados de educación digital. Por protocolo de la Casa Blanca tuve también tan solo unos minutos para presentárselo a Kamala Harris, que es la vicepresidenta de EEUU. Lo que le quise mostrar en esos menos de dos minutos es como los estados no han promovido políticas públicas tendientes al reconocimiento de la educación digital en la comunidad educativa. Hoy, los niños y adolescentes tienen conocimientos superiores ya no solamente a los de papá y mamá sino también al de sus propios docentes en materia de competencias digitales. Hay una barrera idiomática, de lenguaje, de habilidad, de destreza y de recursos que le impide al docente del siglo XXI darle competencia digital en el espacio del aula. Es decir que el docente de este tiempo tiene que estar capacitado para enseñar aquello de lo que no sabe. Sumado al que el alumno de hoy es alguien que va a poner en duda todo. Por eso muere la cultura de la enciclopedia bajo el brazo porque los chicos y las chicas bajo el poder de Internet ponen en duda absolutamente todo.

-Y en todo esto planteado, ¿en qué lugar se ubica la influencia de los años de pandemia?.

-Creo que entre otras cosas vino a poner en jaque al sistema educativo. La pandemia influyó absolutamente. En términos legislativos, educativos, conductual. Influyó en todo orden. En lo legislativo vino a dejar obsoletas las leyes en la Argentina en materia digital. Desde lo educacional un quiebre que no permite la relación en el espacio aúlico. Desde el punto de la estadística, el crecimiento del 200 por ciento en la Argentina. El grooming creció en un año y medio más que en 7 años desde que se promulgó la ley.

– Son porcentajes que impresionan.

-Más que eso: asustan. Marcan el ritmo de un fenómeno que se gestó que es de hiperconectividad el que también debemos comprenderlo en términos de hipervulnerabilidad. Es decir, un niño hiperconectado es un niño muy vulnerable. Hoy, bajo la ausencia de recursos y herramientas las chicas y los chicos en el mundo son personas potencialmente víctimas en forma permanente.

-Ahora con el tema de la pandemia en que no se podía salir de la casa también hay un poco de responsabilidad de los mayores.

-Es que un chico con un celular está solo siempre. Hay una falsa percepción de la seguridad. Por habitar el mismo espacio físico los padres creen que no hay peligro latente porque no hay un delincuente que va a forzar una puerta o una ventana. Pero no percibe que hay un enemigo invisible que ingresa por Internet. Por eso decimos que un chico con su celular en la mano cuando cierra la puerta de su habitación en realidad está entrando a un boliche todos los días. Esta es la analogía que tratamos de sembrar en la sociedad, en la familia argentina para generar el estado de alerta y alarma necesaria que movilice a esa persona adulta responsable para generar las instancias de protección en el seno de una familia.

-¿Qué hace falta para revertir la situación legal después del atraso generado por la pandemia?

-Si el legislador no interpreta realmente lo que está pasando, va a ser difícil avanzar. Fijense que seguimos hablando de lo “virtual”. Y es un término que debemos corregir de nuestra narrativa. Lo virtual hace referencia a algo aparente, cuando lo contra fáctico, lo que se genera en internet causa un impacto que es real en la vida de las personas. Para nada es virtual. Internet no atenúa o no suaviza este tipo de violencia. En todo caso la exacerba.

-Y además de alguna manera genera un contacto.

– Y ese contacto es real. Hay que abolir la palabra virtual. Hablemos de un mundo digital que es real con consecuencias reales. Por eso llegamos a la definición de que el grooming es la nueva definición del abuso sexual sin contacto físico.

-¿Y cómo miramos estos últimos acontecimientos que tienen como protagonistas a personas conocidas como Jey Mammón, Marcelo Corazza y hasta se nombra a Marley?.

-En ese punto al grooming hay que entenderlo como un medio de captación. Hoy las redes de trata de personas (como es el caso de Corazza, el primer ganador de Gran Hermano) a priori sería el entramado de una red con fines de explotación sexual. Y acá es donde aparece la mal llamada “pornografía infantil”.

-¿Cómo es eso?

-Las niñas y los niños no son actores o actrices porno. Son víctimas de acoso sexual. El material de abuso sexual, que así debemos llamarlo y no pornografía infantil, es lo que las redes de pedofilia distribuyen facilitan, comercializan. Por lo general es la Internet que no habitamos. Que es la oscura y profunda. Si pensamos a Internet como un globo solamente el 5 por ciento representa la Internet superficial. Todo lo demás está por debajo de manera profunda y oscura. Por lo general, la subcultura de la pedofilia se maneja en esa parte de la red. Generando trueque con el intercambio de este tipo de contenidos.

-Ahora uno se pregunta porque siempre llegamos tarde a visibilizar este tipo de delitos.

-Llegamos tarde por un montón de condimentos. En este punto los niños, niños y adolescentes que atraviesan  una situación de estas características los rodea el miedo, el pudor, el que dirán, la estigmatización. Hasta la situación propia de las edades de no contar nada porque “me van a sacar el celular”.

-¿Y hay ejemplos?

-Claro que si. Hace una semana, en una charla, un nene de 9 años levanta la mano y me dice que lo habían abusado sexualmente a través de Internet. Fue delante de sus compañeros. Cuando termina la jornada me acerco y le pregunto si lo había hablado con alguien y me dijo que no. Que no lo hizo porque “lo iban a retar”. Hacía un año que ese niño tenía la carga de haber sido víctima. Cuando le preguntamos a los niños a qué edad vieron pornografía de adultos nos sorprendemos. Cinco años, siete, ocho. Entonces eso realza la necesidad y la importancia de la educación sexual  integral bien llevada en la escuela. A todas las leyes les falta la perspectiva digital porque fueron creadas antes que Internet estalle. Por eso necesitamos urgente insertanos en este cambio. Grooming Argentina está en una lucha incansable contra este delito. Pero también lleva adelante una batalla cultural.

-¿Se podrá terminar con el grooming?

-Me encantaría decir que si. Es el anhelo por el cual me levanto todos los días y es el motor. Hoy lo veo muy difícil. Hoy la mirada, a pesar del optimismo con el trabajamos las mujeres y los hombres que peleamos contra esto, lo veo muy difícil.

Fuente: https://www.red43.com.ar

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