El 13 de noviembre es el Día Nacional de la lucha contra el Grooming, un delito tipificado en la Ley nacional 26.904 desde hace 11 años. Conocé cuál es la mejor forma de hablar con niños, niñas y adolescentes sobre esto, cómo prevenirlo en casa y qué señales de alerta tener en cuenta para detectarlo.
¿Qué es el “grooming”?
El “grooming” es un delito en el que una persona mayor de edad (conocida como pedófilo y/o “groomer”) contacta a una persona menor de edad, mediante cualquier plataforma digital (redes sociales, juegos en línea, foros) con el objetivo de atentar contra su integridad sexual, a menudo generando “material de violencia sexual de las infancias y adolescencias” (mal conocido como pornografía infantil).
Para ganarse la confianza, el delincuente suele hacerse pasar por alguien de la edad de la víctima, creando un perfil ficticio para ello. El delito también puede darse con adultos conocidos que abordan a los chicos a través de estas mismas plataformas.
Dentro del modus operandi, una vez que se gana la confianza de su víctima potencial, el victimario busca migrar la interacción a algún servicio de mensajería privada como WhatsApp, Instagram o Snapchat. Allí genera el contenido y abusa de sus víctimas.
Día Nacional de la Lucha contra el Grooming: ¿por qué se eligió el 13 de noviembre?
Se estableció que cada 13 de noviembre sea el Día Nacional de la Lucha contra el Grooming porque se cumple un aniversario más de la promulgación de la Ley 26.904 o Ley de “grooming” en Argentina.
El “grooming” es un delito en el que una persona contacta a una persona menor de edad mediante cualquier plataforma digital con el objetivo de atentar contra su integridad sexual. Foto: ilustración Shutterstock
La norma, promulgada en 2013, incorporó y tipificó este delito al Código Penal. En el artículo 131 estableció penas que van de seis meses a cuatro años para cualquier persona que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contacte a un menor de edad con el propósito de cometer cualquier delito contra su integridad sexual.
Es fundamental recordar que incluso si la violencia ocurre en forma virtual, los daños que produce son reales y es necesario intervenir para restituir los derechos vulnerados de la víctima. De hecho, la pérdida de control sobre las imágenes y su difusión en las redes y/o plataformas amplían el daño.
“A 11 años de la promulgación de la ley sentimos que, si bien hay más conciencia sobre el tema, esa conciencia no se traduce aún en sinónimo de buenas prácticas”, explicó a Clarín el abogado especialista Hernán Navarro, director de la ONG Grooming Argentina, que cuenta con una aplicación llamada GAPP (disponible en Android y iOS) para hacer rápidamente la denuncia. En sus palabras, como ocurrió con otras normas relacionadas al entorno digital, esta ley tendría que actualizarse a los desafíos actuales.
Navarro alertó que, según los hallazgos de su organización, el estado de vulnerabilidad de los niños, niñas y adolescentes es mayor porque “4 de cada 10 niñas y niños” acceden a sus primeros dispositivos móviles antes de los 9 años, lo que arroja la posibilidad de “múltiples perfiles en múltiples plataformas”.
Señales de alerta sobre un posible caso de “grooming”
Navarro también enumeró las señales de alerta más frecuentes en un posible caso de “grooming”.
- El ocultamiento constante de los dispositivos móviles por parte de los chicos.
- La insistencia permanente por querer conectarse siempre y estar disponible todo el día sin comentar con quién está hablando.
- Querer estar conectados(as) hasta altas horas de la noche.
La Ley 26.904 contra el “grooming” fija penas que van de 6 meses a 4 años de cárcel. Foto: ilustración Shutterstock
A ello suelen sumarse indicadores más generales como una disminución en el rendimiento escolar, somnolencia, malhumor y cambios en su lenguaje corporal.
¿Qué hacer ante un caso de “grooming”?
El abogado instó a que los adultos responsables adopten un rol activo, de escucha abierta y horizontal, empático, amoroso, de respeto por la víctima y fundamentalmente “acompañado de efectividad desde lo técnico”.
También indicó que se actúe de la siguiente forma:
- No hacerse pasar por la víctima.
- No bloquear al perfil del delincuente sexual.
- Copiar la URL del perfil (enlace asociado a su cuenta).
- No eliminar las conversaciones.
- Realizar capturas de pantalla.
- No “escrachar” (exponer) al pedófilo.
- Discontinuar la conversación de manera inmediata.
- Realizar la denuncia ante las autoridades correspondientes.
Las 4 claves imprescindibles para hablar de “grooming” en casa y prevenirlo
Marcela Czarny es directora de la ONG Chicos.net, una organización que se encarga de brindar educación para padres, madres y docentes acerca de ciudadanía digital desde hace más de 25 años. En diálogo con Clarín, enumeró algunas claves para abordar este tema en casa y prevenir situaciones de “grooming”.
1. Trabajar en que los chicos desarrollen “filtros internos”
En primer lugar, Czarny precisa que la divulgación de la importancia del cuidado como pilar para los usuarios en redes es fundamental para todas las edades, aun más para los menores de edad.
Un buen criterio de uso y el resguardo de su información es el mejor filtro para que los chicos puedan detectar situaciones riesgosas. Foto: ilustración Shutterstock
Desde la organización, que elabora guías y programas acerca de alfabetización digital, subrayan la importancia de ayudar a niños, niñas y adolescentes a formar un criterio propio, lo consideran un “filtro interno” mucho más eficaz que los “filtros mecánicos” o “de software” (como los programas de control parental); recursos limitados que los chicos pueden aprender a desactivar.
Por ejemplo, ¿alguien se muestra “enamorado/a” de vos y no sabés quién es? Esta es una clara señal de alerta.
2. Estar dispuestos a tener conversaciones incómodas
Mucho se habla de la importancia de que padres, madres y adultos cuidadores pregunten a los chicos: ¿qué hiciste hoy en Internet?, igual que lo harían con un ¿cómo te fue en el fútbol/la danza?, o ¿cómo estuvo la escuela? Sin embargo, a veces parece que una respuesta corta cierra la discusión. Allí, dijo Czarny, tendremos que indagar.
Czarny recomendó generar charlas en las que sepamos qué hacen y qué piensan los chicos de las plataformas. Foto: ilustración Shutterstock
Entonces, si en la calle no aceptarías regalos de personas extrañas, ¿por qué lo harías en el foro de un juego en línea? “Toda la construcción de pautas de cuidado empieza en el mundo offline. Esas herramientas y esas pautas son las que los chicos tienen en su subjetividad para afrontar lo que pasa en línea”, aclaró la especialista.
En ese sentido, para superar la barrera inicial de una respuesta corta, la directora de Chicos.net alienta a que pidamos detalles. Si queremos tocar un tema, tomar ejemplos de terceros funciona muy bien para generar una discusión en la que los chicos reflexionen y sepamos qué criterio tienen al respecto. “Para madres y padres, sugiero indagar mucho, ¿en qué te fue bien?, decirles: ‘yo publiqué esto, ¿qué te parece?’ o ‘mostrame un perfil de un amigo tuyo’, si notás algo, preguntás: ‘Y ese amigo, ¿te parece que está bien lo que publicó?’. Si tienen TikTok, Instagram u otra red, abrí la plataforma con él o ella, preguntale y fijate si recibió algún comentario y qué hizo con eso”.
Lejos de la mirada adultocentrista, Czarny indicó: “La semana pasada estuve en una escuela, los chicos de 10, 11, 12, 13 años saben qué hacer y qué no hacer, lo que no tienen hacer, pero es necesario generar preguntas en ellos”.
3. No renunciar a la autoridad parental, aunque no sepamos cómo funciona una tecnología
“Que los chicos tengan habilidad tecnológica no quiere decir que puedan lidiar o gestionar lo que pasa en las redes, la autoridad parental es mucho más importante que las habilidades tecnológicas que puedan tener los chicos”, advirtió Czarny. En este sentido, los adultos son quienes pueden ofrecer su conocimiento.
Czarny subrayó que los adultos no deben renunciar a su autoridad parental guiando a niños, niñas y adolescentes en los entornos en línea. Foto: ilustración Shutterstock
Los adultos cuidadores tienen el deber y el derecho de guiar a los chicos, de ayudarlos a cultivar la capacidad de discernir lo bueno y lo malo, cuáles son los riesgos de habitar en un mundo en el que las actividades virtuales son tan importantes como las que realizamos en el mundo offline.
En otras palabras, incluso si no sabemos acerca de algún juego, una nueva plataforma o una función en un entorno digital nuestra autoridad parental no se pierde ni debemos renunciar a ella.
4. Más y mejor ESI: enseñar nuevas estrategias para que los chicos cuiden su cuerpo
Czarny destaca el papel de la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas. En su opinión, es necesario poner al día la aplicación de la ley de ESI frente a las nuevas amenazas del ámbito digital. “Hay que actualizarla, no restringirla —dijo acerca de la norma— y hay que enseñarles a los chicos estrategias para que sepan cómo cuidar de sus cuerpos y de su integridad tanto en el mundo offline como en el mundo online”.
Pero con la irrupción de la inteligencia artificial generativa, la producción y distribución de contenidos también ha dado un salto y suma mayor complejidad al panorama. Podemos aplaudir los beneficios que promete esta tecnología sin subestimar sus riesgos: la IA generativa también permite crear en pocos minutos imágenes, videos y sonidos que podrían usarse para vulnerar la integridad física y sexual de una persona.
La Educación Sexual Integral, dentro y fuera de casa, es crucial para preparar a los chicos frente a los desafíos que suponen las tecnologías emergentes. Foto: ilustración Shutterstock
En las provincias de Chaco, Río Negro, Córdoba y Buenos Aires ya han trascendido casos de ciberacoso (casos en los que los victimarios también son menores) en algunas escuelas. Sin embargo, los riesgos y sus posibles consecuencias están lejos de ser un fenómeno local. La Oficina Europea de Policía advierte en su informe de 2024 que la producción de material de explotación sexual infantil (CSAM en inglés) por inteligencia artificial “aumenta la cantidad de material ilícito en circulación y complica la identificación tanto de las víctimas como de los autores”.
Según Navarro, hay dos nuevos aspectos que debemos tener en cuenta: que algunas herramientas de IA permiten a los delincuentes sexuales crear la “herramienta de amenaza, coacción y chantaje” y que por ello, “dejaríamos de hablar de ‘producción’ para pasar a hablar de ‘fabricación y/o programación’ del contenido”.
En ese sentido, Czarny destacó la necesidad de toda la sociedad de abordar el problema, de exigir al Estado más reglas y la activación de los dispositivos necesarios, y de fomentar mesas permanentes de discusión entre las familias, las escuelas y las fuerzas de seguridad. “La IA generativa está en sus comienzos, no sabemos qué va a pasar mañana o a qué se pueden exponer los chicos, entonces lo que queremos es dar espíritu crítico sobre el cuidado de su cuerpo y también sobre el cuerpo de los demás”.
La contribución fundamental que pueden hacer abuelos y abuelas
Dentro de las dinámicas familiares muchas veces son abuelos y/o abuelas quienes están a cargo de los chicos por unas horas cuando salen de la escuela. En estos casos, son una pieza fundamental en la prevención y educación del manejo de las tecnologías.
Abuelos y abuelas pueden ser integrantes claves para ayudar en la prevención y educación de los chicos. Foto: ilustración Shutterstock
A propósito de esto, Czarny explicó que los adultos mayores a quienes les cueste entender la tecnología tendrían que trabajar en familiarizarse más con los dispositivos estableciendo “un vínculo curioso”, sin invadir a los chicos y desde la preocupación más profunda.
“Es un diálogo en el que una persona mayor pone también en juego sus miedos, los chicos se ríen y se divierten de cómo los abuelos usan los dispositivos, muchas veces desde la ternura. Entonces, el chico puede enseñarte cómo podés usar el celular, y el abuelo o la abuela es quien tiene la experiencia de vida y el sentido común para inculcarlo a sus nietos”, explicó.
Por último, la Unicef señala 7 medidas básicas de prevención adicionales para grandes y chicos:
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- Comprender como adultos y enseñar a los chicos que la información que subimos al internet puede caer en manos de desconocidos con malas intenciones.
- Siempre usar configuraciones de privacidad de las redes sociales.
- Evitar compartir en las cuentas información personal (dirección, fotos con uniforme escolar, detalles íntimos).
- Recordar a los chicos que no se usa la cámara web al chatear con desconocidos.
- No dar información o compartir imágenes comprometedoras en redes sociales o chats.
- Evitar usar el nombre completo como usuario o nick en juegos en línea.
- Crear contraseñas seguras, aquellas que combinan números, letras y algún carácter especial y que no son tu DNI ni tu fecha de nacimiento.
Fuente: Clarin.com
