“Pero cuando descubrí la existencia de un archivo lleno de mensajes y más tarde hablé con sus compañeros de clase, me di cuenta de que en este caso la tecnología había sido utilizada como un arma mucho más potente y de más largo alcance que los sencillos recursos que nosotros teníamos de niños.
Una cosa es que te hostiguen y te humillen delante de unos cuantos compañeros. Pero debe ser una experiencia totalmente diferente, comparado con una generación atrás, que este mismo desengaño y humillación sean presenciados por una audiencia adolescente virtual mucho más amplia. Estoy convencido de que mi hijo habría sobrevivido a estos incidentes de hostigamiento y de vejación si hubieran tenido lugar antes de la aparición de los ordenadores y de internet. Estoy convencido de que la crueldad social ejercida a través de las nuevas tecnologías tiene el efecto de acelerar y de amplificar las heridas a unos niveles que probablemente se traducirán en una elevación del porcentaje de suicidios entre los jóvenes.
Mi hijo fue una de las primeras víctimas, y su muerte fue una advertencia anticipada a nuestra sociedad respecto de la conveniencia de prestar una atención más detenida al uso que le están dando nuestros hijos a las nuevas tecnologías. Necesitamos estudiar este nuevo problema social con una sensación de urgencia, pero también con un cuidado extremo. Tenemos igualmente que ser muy rápidos y muy conscientes con vistas a elaborar una legislación y una política social para proteger a los menores respecto del mal uso de las nuevas tecnologías, contra ellos y entre ellos.”
El texto anterior corresponde a una carta de John Halligan, padre de Ryan, quien se suicidó producto del ciberbullying, un hostigamiento que duró años y del cual su padre solamente se pudo enterar cuando tuvo acceso a su computadora.
No debemos llegar a esta situación, el acoso virtual, el ciberbullying, puede detonar en la vida de un adolescente decisiones que implican atentar contra su propia vida, un suicidio, un bullycidio, o incluso como podrían algunos denominarlo, un ciberbullycidio, pero el padre de Ryan lo llama simplemente un agujero enorme en el corazón, que jamás se cerrará ni sanará.
Es necesario frenar este acoso que va en aumento, aún más cuando antes al menos los padres podían controlar el computador de escritorio y el acceso a Internet, pero ahora Internet es móvil, y son pocos los escolares que ya no poseen un Smartphone.
Por lo mismo el Presidente de Internauta Chile, Javier Chandía Rojas, creo esta campaña regional contra el ciberbullying, que se llama simplemente #nolastimes, ya que ese es el concepto básico, el evitar dañar.
Tal campaña no funciona si no existe una trilogía fundamental: Los padres, los alumnos y los docentes (colegio)
Involucra la entrega de un cd con documentos y videos al colegio participante, la firma de un acta de compromiso contra el ciberbullying (donde firma el colegio, el centro de padres y el centro de alumnos), la exhibición de películas sobre el tema, charlas y actividades, la entrega de un sello al establecimiento que cumpla y se preocupe de erradicar este fenómeno, y la creación de una brigada escolar contra el ciberbullying.
La campaña incluye varias actividades, las que se resumen en acciones:
- Acciones de difusión y sensibilización en el ámbito educativo
- Acciones de prevención ante el ciberacoso
- Acciones de cibervoluntariado, participación e intervención social y comunicacional
- Acciones de solidaridad con la víctima y orientación para el acosador
Pueden apoyar la campaña en Facebook, que aparece con el nombre de nolastimes y si algún colegio quiere adherirse a la campaña puede escribir directamente en el formulario de contacto, también si una persona o una entidad desean participar e involucrarse en la campaña puede contactarme a través del mismo mail.
Ya algunas organizaciones se han unido a esta campaña otorgando su apoyo, como Cybersmile.org, la Oficina de Protección de los Derechos Infanto Juveniles de Coquimbo y la Biblioteca Municipal de Coquimbo, donde incluso se realizará una charla a los asistentes de los cursos de alfabetización digital.
Finalmente, es una tarea de todos el que el ciberbullying no se convierta en una negativa moda y que aprendamos que la tecnología e Internet es neutra, el que se utilice para hacer el bien o el mal va a depender del usuario y es necesario que se entienda que en la Red también debe existir respeto y conciencia de no hacer daño, ya que lamentablemente cualquier acción en Internet y precisamente en las redes sociales, es amplificada y difundida, y no hay vuelta atrás.
Educar en el ámbito del buen uso de las tecnologías depende fundamentalmente de los padres y del entorno escolar, y también es una labor de los que promovemos a Internet como un aliado, más que como un enemigo.